El miércoles 21 disfrutamos todos juntos en el patio de la celebración que ponía el punto final a este curso; un curso en el que hemos retomado la normalidad, compartiendo alegría, ilusión y buenos momentos desde el principio hasta el final.
Con mucha marcha y al ritmo de la música, hicimos un recorrido por algunos de los momentos vividos durante este curso: el comienzo en septiembre, cuando conocimos el lema que nos acompañaría en todas nuestras actividades; el Adviento, la Navidad, el día de la Paz, la Cuaresma, la fiesta de nuestra fundadora: Santa María Eugenia que, sin duda, sigue siendo un día de referencia en nuestro colegio.
Más tarde llegó la Pascua, el mes de María, nuestra madre del cielo, y casi sin darnos cuenta estábamos despidiendo a nuestros chicos de 4º de ESO y deseándoles lo mejor en la nueva etapa que están a punto de comenzar.
Fueron estos mismos chicos los que, tras este repaso a lo largo del curso, dieron paso a los alumnos de 6º hacia su nueva etapa, hacia 1º de ESO, deseándoles que comiencen con ilusión, alegría, y recordándoles que todo esfuerzo tiene siempre su recompensa.
Acto seguido le tocó el turno a nuestros “grandullones”, los más mayores del pasillo de Infantil, que también comienzan una nueva aventura en los pasillos de Primaria; y con la entrega de su orla les desearon de todo corazón que sigan creciendo y madurando por fuera y por dentro, para convertirse en grandes personitas que conseguirán todo lo que se propongan.
Ellos, como agradecimiento y deseándoles lo mejor, les dedicaron una bendición en la que les deseaban suerte, salud y felicidad a lo largo de su camino. Fue un momento muy especial y emotivo.
Pero no acabaron aquí las emociones, la celebración continuó reconociendo el esfuerzo de algunas personas a lo largo del curso y entregándoles unos diplomas y premios más que merecidos.
Y ya para terminar, dimos gracias a Dios todos juntos por este curso que hemos finalizado, y uniendo nuestras manos nos sentimos muy cerca unos de otros, rezando la oración que Jesús nos enseñó: el Padrenuestro.