Dentro de unos 40 días celebraremos la Semana Santa, y recordaremos que Jesús murió por nosotros y resucitó.
Por tanto, queremos estar preparados para ese encuentro con Jesús, ya que le llevamos en el corazón…
Y por eso, hay que buscar en este tiempo más momentos de oración juntos y de manera personal, y así, no olvidar, que Él siempre está con nosotros y RECUERDA… ¡¡¡ TÚ LO HACES POSIBLE !!!.
En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán y, durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. (…)
Te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado, y yo lo doy a quien quiero.
Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo. (…)
Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión.
PALABRA DE DIOS.
REFLEXIÓN: Jesús se fue al desierto para que en la soledad pudiera encontrar y hablar con su Padre más intensamente. Allí Jesús también encontró tentaciones. Son las tendencias naturales que todos tenemos: el egoísmo, la desobediencia, el olvido de Dios. Lo mejor es que Jesús supo vencer esos obstáculos y seguir adelante. ¿¿Y TÚ??:
REZAMOS JUNTOS: PADRE NUESTRO…
Recuérdeme
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